miércoles, 10 de diciembre de 2008

Deportaciones

Traslados forzosos y colectivos de judíos a lugares específicos de residencia, campos de concentración y campos de exterminio, realizados por los nazis con el fin de eliminar su presencia de zonas determinadas y facilitar el control sobre ellos, su explotación y su eventual destrucción.

Ya en 1919 escribió Adolf Hitler que era necesario expulsar en su totalidad a los judíos de Alemania, mediante una metodología eficiente.

Hacia mediados de la década del ’30, las SS transformaron ese objetivo teórico en una política que procuraba obtener una Alemania físicamente “limpia” (Judenrein) o “libre” (Judenfrei) de judíos.

Después de la anexión de Austria (Anschluss) en marzo de 1938 y del pogrom de noviembre de 1938 (Kristallnacht- Noche de los Cristales), los nazis comenzaron a presionar a los judíos para que emigrasen por sus propios medios.

La primera etapa de las deportaciones comenzó poco después de la invasión alemana a Polonia en septiembre de 1939. Los judíos polacos fueron forzados a abandonar sus hogares y confinarse en guetos. También hubo intentos para desplazarlos al territorio soviético.

En la etapa siguiente, los nazis resolvieron deportar a todos los judíos que vivían dentro del Reich a una zona en el Generalgouvernement de Polonia, denominada la Reserva de Lublín. Denominado Plan de Nisko y Lublín, este esquema era parte de un programa nazi más amplio para reubicar comunidades diversas en Europa: tenía la intención de expulsar a muchos polacos de Polonia y repoblar la zona con alemanes étnicos (Volksdeutsche), fundamentalmente de la Unión Soviética. Adolf Eichmann fue puesto a cargo de las deportaciones de judíos y polacos, como experto de las SS en “asuntos judíos y evacuaciones”. Sin embargo, el proyecto fracasó y los planes de reasentamiento poblacional se interrumpieron totalmente a mediados de 1941, durante los preparativos para invadir la Unión Soviética. En ese momento, el objetivo de Hitler de expulsar a todos los judíos de las zonas ocupadas por Alemania no se había logrado aún.

La siguiente etapa de las deportaciones fue resultado de un cambio en las políticas nazis con respecto a los judíos: de la expulsión al exterminio masivo. Después de invadir la Unión Soviética en junio de 1941, los alemanes comenzaron a fusilar a los judíos soviéticos. Sin embargo, este método no podía ser aplicado en las ciudades de Europa occidental, por lo que los nazis resolvieron deportar judíos a centros de exterminio en el este.

Las deportaciones del gueto de Lodz al primer campo de exterminio en Chelmno comenzaron en diciembre de 1941.

Los otros grandes campos de exterminio estuvieron en condiciones de funcionar a mediados de 1942. Los judíos eran trasladados a los campos en trenes. El Ministerio de Transportes y la empresa de Ferrocarriles Alemanes colaboraron con los nazis en sus objetivos criminales, proporcionando trenes especiales para los judíos. En la mayoría de los casos, éstos eran hacinados en vagones de ganado; en el norte de Europa algunos judíos debieron pagar su pasaje, y en algunos casos abonaron la diferencia para pasar a primera clase.

Eventualmente, sin importar cómo llegaron, todos los judíos deportados al este sufrieron todos el mismo destino. Los judíos de Polonia fueron transportados a campos de exterminio durante todo el año 1942.

En marzo de ese año cerca de 60.000 judíos eslovacos fueron deportados a la muerte en Polonia.

En julio se realizaron deportaciones masivas desde Francia, Bélgica y Holanda – al principio sobre todo de refugiados judíos extranjeros.

En agosto, fueron deportados 5.000 judíos de Croacia.

Desde fines de octubre, más de 700 judíos de Noruega fueron arrestados y llevados a campos de exterminio.

Las deportaciones de todos estos países continuaron durante 1943, pero los alemanes comenzaron a concentrarse fundamentalmente en los judíos de los Balcanes.

Rumania deportó a Transnistria a los judíos de los territorios soviéticos que habían pasado a su poder, incluyendo Besarabia y Bucovina, pero se negó a deportar a judíos rumanos.

El gobierno italiano protegió a los judíos bajo su jurisdicción, que incluía el sur de Grecia y Francia y zonas de Yugoslavia.

Pero la mayoría de los judíos griegos vivían en el norte de Grecia, en Salónica, que estaba ocupada por los alemanes, por lo cual aproximadamente 44.000 fueron deportados a campos de exterminio entre marzo y agosto de 1943, seguidos posteriormente por el resto.

Los alemanes también intentaron deportar a los judíos de Dinamarca en octubre de 1943. Sin embargo, la población local hizo fracasar su plan, al ocultarlos y luego trasladarlos clandestinamente a la neutral Suecia.

En 1944 la mayoría de los judíos remanentes fue deportada de Eslovaquia y del último gueto, Lodz. Pero los principales esfuerzos de los nazis en ese momento se concentraron en la destrucción del judaísmo húngaro.

Después de que Alemania ocupara Hungría en marzo de 1944, fueron deportados a la muerte en Auschwitz 437.000 judíos.

Zadoff, Efraim (Ed.), SHOA - Enciclopedia del Holocausto, Yad Vashem y E.D.Z. Nativ Ediciones, Jerusalen 2004. Basado en: Rozett, Robert & Shmuel Spector (Ed.), Encyclopedia of the Holocaust, Yad Vashem and Facts On File, Inc., Jerusalem Publishing House Ltd, 2000

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